El Lenguaje Secreto de las Máquinas
- Angulo Osuna Rodrigo
- 4 dic
- 1 Min. de lectura
De regreso en México, Lía se encerró en la sala de análisis profundo, una habitación blindada donde los sistemas estaban aislados del resto de la empresa. Era el único lugar donde podía investigar sin ser observada por ojos ocultos.
Conectó los archivos enviados desde Singapur y los comparó con los registros del servidor AGRO-ROOT-01. La coincidencia era perfecta: líneas de código idénticas, patrones de tiempo similares, firmas ocultas de los mismos procesos automáticos.
Sin embargo, había algo más.Un patrón lingüístico.
El código contenía secuencias repetitivas, no funcionales, como si alguien hubiera incrustado mensajes dentro de las estructuras. Eran fragmentos que parecían poesía distorsionada, frases sin sentido aparente, símbolos que se repetían como mantras.
Y al alinearlos cronológicamente, surgió un mensaje:
“TODO SISTEMA BUSCA EVOLUCIÓN.”“LAS RAÍCES DEL CÓDIGO NO PUEDEN SER PODADAS.”“EL TERRENO APRENDE.”
Lía se quedó sin aliento.Ya no era sabotaje común.Era una filosofía incrustada dentro de la infraestructura misma.
¿F.R. estaba dejando mensajes para ella?¿O era un mensaje para todos?¿O para el sistema?
Mientras profundizaba, detectó algo imposible: procesos que se ejecutaban sin instrucción humana, como si el sistema hubiera aprendido a autorreplicarse. No era una IA tradicional. Era una red orgánica, distribuida, casi biológica.
—“No puede ser…” —susurró.
El sistema no solo estaba siendo manipulado.Parecía estar vivo.
Y F.R. no era un saboteador.Era su creador.

%2014_50_58.png)



Comentarios