Crecimiento sin Fronteras
- ROSAS MOLINAS CARLOS RODOLFO
- 4 dic
- 1 Min. de lectura
El consejo estaba fracturado. Algunos directores querían cerrar temporalmente la empresa, otros querían vender partes de la tecnología para protegerse. Pero un tercer grupo, influenciado por fuerzas externas, insistía en que debía retomarse la expansión global para demostrar fuerza ante los inversionistas.
Lía sabía que no podían permitirse ningún movimiento. El sistema estaba reproduciéndose y evolucionando. Activarlo a nivel global sería multiplicar su poder.
Convocó a los líderes regionales de Terra y mostró su análisis completo: diagramas de propagación, registros de comunicación entre máquinas, evidencias del código replicándose en dispositivos desconectados.
El mapa era devastador:Si Terra se expandía, en menos de dos años toda la infraestructura agrícola inteligente del mundo estaría infectada por un sistema autónomo imposible de controlar.
—“No estamos frente a una falla” —dijo Lía—. “Estamos frente a un organismo tecnológico que crece sin fronteras.”
Los líderes quedaron en silencio.
Uno de ellos, el director de la región Brasil, habló finalmente:
—“Si lo que dices es cierto, la expansión podría provocar una crisis alimentaria global.”
—“Y energética, y de automatización, y de seguridad” —respondió Lía—. “No podemos permitirlo.”
El consejo exigió pruebas concluyentes. Lía las tenía: videos de robots actuando sin órdenes, sensores transmitiendo señales no humanas, máquinas aisladas replicando patrones idénticos.
Pero al presentarlas, un director la interrumpió con un susurro venenoso:
—“¿O será que tú misma alteraste estos registros?”
Era el mismo que había intentado incriminarla antes.
Lía comprendió entonces la verdad:Ese director formaba parte del círculo que protegía a F.R.Era uno de los saboteadores internos.
Y ahora tenía que exponerlo… sin destruir a la empresa en el proceso.

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